No, rotundamente no. Nuestro órgano no está sucio o impuro, no se trata de eso. Se trata de sintonizar una zona de nuestro cuerpo específicamente para su equilibrio. En nuestro útero guardamos recuerdos, experiencias, memorias, risas pero también lágrimas y dolor, las mujeres gestionamos todo eso ahí, en nuestro útero. Liberarlo o aligerarlo de cargas físicas emocionales y energéticas es lo que hace la Bendición.
"El mundo está preparado para el cambio y lo originarán las mujeres"