Terapia Neuromuscular

Se trata de una terapia en la que se utilizan diversidad de técnicas e instrumentos destinados a la detección y tratamiento de mecanismos que dificultan a nuestro cuerpo a dar el 100 x100.

Aunque suena extraño, la terapia neuromuscular es una terapia basada en la neurociencia por lo que tiene una base científica muy sólida.

En ocasiones en la consulta nos encontramos a pacientes con un rango de movimiento disminuido, falta de fuerza o falta de control y con las técnicas habituales llegábamos a un punto en el que no podíamos mejorar más.

Siguiendo nuestra filosofía, es la terapia que nos da las herramientas para no rendirnos hasta llegar al final.

¿Sabías qué?

Hay un error común que es la creencia de que después de una lesión se producen alteraciones en las estructuras lesionadas. No es del todo cierto. Normalmente el hecho de sufrir la torcedura ya indica alteraciones previas.

Los músculos funcionan con una serie de receptores que, por un lado, envían estímulos al cerebro para informar de la posición de nuestro cuerpo, y por otro lado, el cerebro envía la orden especifica para corregir la postura. Con la combinación de ambas surge el movimiento

Terapia Neuromuscular

¿Sabías qué?

Una lesión suele ser el resultado de estructuras que ya no cumplian su función correcta o ya presentaban alteraciones previas, no al revés.

Un bajo número de receptores a causa de lesiones repetidas, la fatiga muscular continuada o malas posturas pueden hacer que las señales que llegan al cerebro sean pocas o erróneas, haciendo que el cerebro no disponga de una base fiable para enviar las ordenes apropiadas para controlar esa parte del cuerpo.

Además, las neuronas que tienen que controlar la acción que queremos efectuar se verán alteradas. Cada movimiento es controlado por millones de neuronas, unas deben actuar y otras deben contenerse para dar la orden apropiada y las causas anteriormente comentadas producen lo que nosotros llamamos borrosidad. Esta es la causa de que se envíen ordenes incorrectas para el control del movimiento y que en el caso de la torcedura, no se envie la señal adecuada para corregir a nuestro pie antes de llegar a lesionarlo.

Con esta terapia, enviamos una serie de estímulos al córtex cerebral, lugar desde donde se controla la activación muscular, de manera que se estimula y regula la relación entre las neuronas, a la vez que actuamos sobre los receptores musculares dando a lugar un mejor control del movimiento.

De esta manera se corrigen déficits que llegan a producir contracturas o lesiones repetitivas y se aumenta la fuerza muscular y el rango articular, a la vez que se consigue una mayor precisión en los movimientos. Lo cuál es de gran interés, tanto para personas con dolencias como para deportistas que quieren aumentar su rendimiento.


Con esta terapia mejoramos las limitaciones de nuestros pacientes, a la vez que aumentamos la fuerza, el control motor e incluso ayudamos a aprender más rápido cualquier tipo de movimiento.

Tratamos desde deportistas a músicos, desde personas sanas que quieren llegar a sus máximas posibilidades a pacientes con patologías graves que sufren alteraciones del movimiento. Todos aquellos que requieran un buen control motor.




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